Lamentablemente en IV de Secundaria tuve que despedirme de este grupo al que tanto estimaba y muy a mi pesar darle más prioridad a un reto más grande que era el IB. Este segundo año cuando pensé en un proyecto CAS, lo que inmediatamente saltó en mi cabeza fue regresar a la Tropa, pero esta vez no como un scout más, sino apoyando al staff.
Difícilmente hubiera pensado encontrarme dirigiendo una reunión alguna vez, pero apoyado siempre por otro dirigente estuve presente en muchas reuniones este año. Conocí a las nuevas generaciones de la tropa y estuve siempre siendo parte de la realización de las reuniones, daba instrucciones, transportaba material, enseñaba a los scouts a realizar funciones como el manejo del hacha, el prender una fogata, etc.
Además habían momentos en los que llevaba las riendas de la reunión tomando la iniciativa; recuerdo que un día asistí al colegio esperando a los dirigentes para seguir apoyando y no encontré a ninguno. Por otro lado habían muchos chicos esperando a que llegara alguno y ya estábamos un poco tarde, fue ese momento en que me dí cuenta de que tenía que idear algo yo solo y tomando valor, llamé a la tropa para empezar unos juegos para llevar a cabo la reunión hasta que llegue mi compañero.
Fue en ese momento en que sentí que ya no me podría desligar más de este grupo, era algo que siempre me había gustado y puse todo mi empeño para que la experiencia sea similar en los demás chicos, hacer unas reuniones amenas pero sin dejar de lado ese sentimiento que nos caracteriza de respeto mutuo.
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