Ya conocíamos que eramos el grupo que terminaría antes su proyecto, todos estábamos muy apenados por dejar el proyecto tan rápido, pero las cosas se tenían que dar así, y debíamos aceptarlo.
Las expectativas para esta visita se consiguieron plenamente, por lo menos, a partir de lo que yo pude ver.
Habíamos planeado la visita anterior hacer una combinación de "mini-chef", con caritas pintadas y con otros juegos que pudiéramos adaptar con los chicos. Hicimos nuestros platos estrella: mini-pizzas y bolitas de vainilla. Mientras que las chicas cocinaban, nosotros tratábamos de aprovechar al máximo el tiempo que tuviéramos con los chicos.
Esta vez se sumó a mi grupo (con Leonel y Carlos) Richard, un chico con inmovilidad en las piernas pero que unimos al juego de fútbol, convirtiéndolo inteligentemente (idea de Carlos) al balón mano,
Luego de comer y relajarnos fuimos a la sala de música, para conocer como se entretenían allí los chicos. Encontramos muchos instrumentos musicales, pero lamentablemente muchos de ellos se encontraban en mal estado.
El día transcurrió tranquilo y finalizamos con unas fotos, unidos como una familia. Disfruté mucho el día, y fue realmente muy triste despedirme así, pero entendí que era una etapa que se tenía que cerrar ya que cosas mejores vendrían después.
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